Me extraña, cuántos celebran su muerte.

Al menos yo, no puedo celebrar la muerte de nadie. Y menos aún la de Pinochet, que escapó a la justicia con la muerte (verán que yo prefiero el castigo terrestre al “divino”).

Es una lástima. Ya no podremos verle tras las rejas.

If you enjoyed this post, make sure you subscribe to my RSS feed!