El efecto de la influenza porcina en México ha dejado una vez más, de manifiesto las paupérrimas condiciones de los canales de comunicación formal de México. Por una parte, el gobierno federal ha sido un pésimo estratega en comunicación: la información otorgada en los primeros días ha sido poca, a cuenta gotas, deficiente y dejando abiertos demasiados frentes. Es comprensible, por ejemplo, que no quisieran hablar sobre asuntos que no se tenían claros en el nacimiento de la crisis de salud (origen del virus, tratamientos, tasa de mortandad, localización, etc), pero queda claro que el público prefiere que le digan que aún no se tienen respuestas por tratarse de algo nuevo, a que de plano se “omita” todo tipo de comunicación del gobierno y autoridades pertinentes. Recuerden que los vacíos de información, serán siempre y sin falta, llenados por desinformación.

Las conferencias de prensa del Secretario de Salud, por ejemplo, un desastre: mal organizadas, mal presentadas, poco claras e impuntuales. Una regla del sentido común: si se cambian varias veces las horas de presentación a los medios de nueva información oficial, se genera incertidumbre, ansiedad pública (todos tienden a preguntarse, ¿qué está pasando que el Secretario de Salud no sale?). Lo mismo sucede cuando se cambia de formato una y otra vez, día a día… Debieran aprenderle a Marcelo Ebrard sus estrategias de comunicación y manejos de medios. Desde que anunció que daría conferencias diarias, han sido constantes, a la misma hora todos los días, en apariencia congruentes al publico en general.

El papel de los medios, no ha sido menos lastimero. Los reporteros que cubren la fuente de salud, en su mayoría, son una calamidad; no saben leer, no saben sumar y restar, no se concentran (preguntan varias veces lo mismo), no tienen capacidad de comprender la información y peor aún, olvidan su oficio y sus aparentes preguntas, dejan de ser cuestionamientos para convertirse en declaraciones y juicios personales –que en el mejor de los casos- aparecen disfrazadas de signos de interrogación.

a) Mi pregunta es esta: “para los expertos médicos estadounidenses estos casos fueron los suficientemente serios para acudir a la oms” (¿Y la pregunta es?)
b) Pregunta: “Algunas organizaciones sindicales manifestaron que van a celebrar la festividad del trabajo y que no les importa, yo no sé si esto pondría en riesgo la salud de varios trabajadores.
c) Pregunta: Y, por último, una pregunta importante respecto a la elaboración de la vacuna. Entiendo que desde hace un par de años el laboratorio BIRMEX, en México, planteó a la Secretaría de Salud establecer justamente una estrategia para el desarrollo de vacunas y finalmente la Secretaría de Hacienda no lo autorizó, el presupuesto para esto. Por favor.

¡Por favor es lo que digo! ¿Acaso no tienen la capacidad lógica de plantear una pregunta correctamente?

El diario “mas confiable” de México, el Periódico Reforma (también el Norte, Mural, del mismo grupo) tiene muchas cuentas que rendir. Su actuar en últimos días ha sido execrable, al grado en que he decidido cancelar mi suscripción. Promotores de pánico, especuladores, amarillistas, y dicho con todas las letras, mentirosos. En una de sus portadas (la del 24 de abril si no mal recuerdo), se toman la licencia –diría yo novelística- de dar una “primicia” tan primicia como quimérica: “Recibe a Obama; muere días después”. El contenido de la nota: “El jueves 16 de Abril, Felipe Solís, director del museo Nacional de Antropología recibió al Presidente Barack OBama […] una semana después de la visita, Solís falleció con un cuadro similar a la influenza”. Ahora resulta, que el Reforma “previó” que Obama se enfermaría, dando lugar a las más imaginativas engañifas apocalípticas y de terrorismo biológico. ¡Patrañas! Hasta donde se sabe, Solís Olguín murió de un infarto, y nadie, salvo el Reforma tenía la información confidencialísima de que “falleció con un cuadro similar a la influenza”…

El Universal, es otro que ha dejado mucho que desear. Sus titulares escandalosos y sobresaltados cuando menos, han contrahecho la información real con el fin de ocupar más lectores o vender más. En un país donde la gente no lee, o lee únicamente titulares, su responsabilidad en la desinformación, alarmismo y pánico generado es inevitable. Un ejemplo:

“SSA aislará a infectados con influenza”.

Falso. El Universal se toma una licencia que no le corresponde afirmando que la Secretaría de Salud actuará de una forma cuando la nota no dice eso. Específicamente, la nota trata sobre el decreto de la Secretaría de Gobernación para prevenir, controlar y combatir el virus de la influenza. Una herramienta jurídica que por cierto, tienen TODOS los países del primer mundo y que faculta a las autoridades sanitarias, a destrabar burocracias para tomar medidas para prevenir, controlar y combatir cualquier asunto de salud pública que pudiera ser un riesgo para la seguridad nacional. ¿Por qué no publicó el Universal la nota con un título como “Publica SeGob decreto para luchar contra la influenza”? O en el peor de los casos, ¿“SSA podría aislar a infectados con influenza”? Muy fácil, porque ese titular no es escandaloso, y porque pueden. Total, ya nadie cuestiona su operar ético…

Así pues, es que se construye el escenario para que desinformadores, explotadores, especuladores y políticos oportunistas, abusen de la contingencia y del temor de la gente para capitalizar intereses a su favor, como el Senador pejista Ricardo Monreal, que ha acusado al gobierno de crear una exageración y acciones sanitarias desproporcionadas para infundir miedo en la población, por “intereses obscuros” y electorales. O como la senadora andresmanuelopezobradorista Yeidckol Polevnsky que de plano acusó al gobierno de crear una “cortina de humo” para “desviar la atención de la crisis económica y de la intención de militarizar el país”.

Por ello, amigos lectores, los invito a la lógica, a la prudencia y a la acción. No caigamos en el juego de los conspirainfluencipendejistas. Meditemos bien las cosas. No promovamos el pánico ni la sinrazón. Hagamos caso a las autoridades. Si bien el caso los ha tomado por sorpresa, y hay cosas que criticarles en sus formas de comunicar, su acción ha sido correcta y abierta. Ningún gobierno en su sano juicio, con la globalización y el Internet de por medio, la OMS, la CDC y el mundo inspeccionando cada uno de sus movimientos, se atrevería a mentirle al globo terráqueo entero. Y por favor, que esto nos sirva de lección. Lección de que es momento de que México mejore su sistema de salud (diagnóstico, laboratorio, evitar la venta de medicamentos sin receta, etc.), que sea prioridad como lo es la seguridad nacional. Lección de los importante que es el trabajo de nuestros médicos y enfermeras; nuestro agradecimiento para con ellos. Lección de qué hacer ante una crisis sanitaria. Lección de cómo el gobierno debe comunicarse. Lección de que debemos retomar los hábitos de higiene e interacción de nuestros abuelos. Lección de casos de estudio científico. Y también muy importante, lección de que no debemos dejarnos manipular, nunca más, por medios y políticos irresponsables. Pasémosles factura, que entiendan que o se actúa con ética y seriedad, o su condena será el repudio nacional.

If you enjoyed this post, make sure you subscribe to my RSS feed!