Camara de Diputados

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Estoy indignado. Antes no lo creía pero hoy, gracias a los hechos recientes, estoy convencido: nos gobierna una mafia, un grupúsculo que o no mira más allá de sus narices, o ve mucho más a futuro de lo que pensamos todos…

Sea la primera o segunda opción, lo que queda claro es que se trata de una oligarquía; un puñado de cicateros que toman decisiones por nosotros y se ríen a nuestras espaldas. ¿A qué me refiero? A que ahora, están haciendo una reforma “constitucional” electoral sin que nadie presente oposición. ¿Dónde están los intelectuales? ¡Por favor! Están por trastocar groseramente el artículo 41 de la constitución, están por mutilar la libertad al vapor, a lo irreflexivo, a lo bruto… o ¿será con toda intención? No lo sé, pero estoy indignado porque nos consideran a todos los mexicanos niños imberbes que no saben ni siquiera leer.

Quieren dejar por escrito en la constitución que ellos y sólo ellos, partidos-políticos-todo-poderosos-y-clementes-interesados-en-el-bienestar-del-pueblo, serán los únicos con derecho de solicitar el registro de candidatos a cargos de elección popular. Estoy indignado porque así excluyen a cualquier ciudadano que no esté bajo los tentáculos de su influencia, por lo que de una vez despídanse del significado del poder ciudadano ejercido por y para el pueblo.

Quieren además, evitar por ley las campañas políticas -que han tenido sus perennes mentes, a mal llamar negativas. Esto quiere decir que quieren que no se critique al adversario en una campaña electoral. Dicho de otra forma, quieren soltar a la bestia de la ignominia y le quieren quitar el ronzal al equino apocalíptico. Porque uno de los únicos frenos que tiene ahora un gobernante imbécil cualquiera, es que puedan criticarle –en una futura campaña política- con argumentos firmes, sus acciones del pasado: robos, asesinatos, malas decisiones, manipulaciones y demás. Sí, estoy de acuerdo en que no se debe injuriar a nadie, y sobre de eso debieran trabajar, ¡pero por favor no sobre prohibir hablar de hechos echos y demostrables! ¡Eso es robarnos la libertad de expresión y el derecho al voto informado! ¡Eso es robarnos los ya de por sí escasos espacios públicos, y por eso estoy indignado!

Dicen los senadores, que “las autoridades electorales solamente podrán intervenir en los asuntos internos de los partidos políticos en los términos que señalen la Constitución y la ley”, y con eso se quitan de encima a un juez para convertirse en tres y solo tres grandes organizaciones autárquicas que tengan bajo su yugo a ciudadanos y militantes. Estoy indignado.

Y siguen los sapientísimos legisladores, creyendo que han formado el futuro de México a su gusto, sin darle al Instituto Federal Electoral la posibilidad ni facultad de reclamar ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una controversia constitucional, además de que quieren ellos monitorear y auditar el gasto y dineros de dicha institución, sometiéndola a consensos –por ahora- tripartitas que no debieran existir pues ya de ley, el IFE es auditado por la Auditoria Superior de la Federación.

No señores, no. Muchos años de sangre, dinero y esfuerzo nos costó quitarle al Ejecutivo su poder sobre las elecciones, ¿y ahora quieren someterlas de nuevo pero al poder Legislativo? ¿Someter al IFE a los intereses de los partidos a quienes regula? ¿Acaso sin saberlo los ciudadanos, hemos entrado en un concurso mundial para ver quien legisla peor?…

Ni si quiera han tenido la decencia de consultar un maldito diccionario: propaganda es el enviar mensajes cifrados para influenciar las opiniones y el comportamiento de las masas. ¿Más académico? Garth S. Jowett y Victoria O’Donnell, definen la propaganda como el intento sistemático y deliberado de moldear la percepción para manipular la cognición y el comportamiento directo para alcanzar una respuesta en las masas que lleve a la consecución del poderoso. ¡Por eso mismo estoy indignado!

La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social.- Texto propuesto del Art. 143

¿Les suena Goebbels? ¿Cuándo se ha visto que la propaganda sea informativa o educativa? ¡Me indigna que no sepan siquiera de la historia de Hitler!… No señor senador, Hitler no es un restaurante de la colonia Roma ni una fragancia que estuvo de moda el siglo pasado… ¿¡Cómo carambas no quieren que me indigne!? ¡No, no y que no! ¿Como es que quieren que confíe con esto que el Estado garantizará el derecho a la información si ni siquiera confío en el correo postal mexicano?…

Se los repito. Estoy indignado. Con ellos y con ustedes, que se lo quedan callado. Tal pareciera que la intelectualidad nacional, se agotó hace algunos años. O quizás, ¿nunca existió?

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