"Happiness is a how, not a what; a talent, not an object". – Hermann Hesse

"La inteligencia, como las herramientas con filo, mejora

enfrentándola con otras de mayor dureza".- Mario Sarmiento

Si algo he aprendido en la política, es que el adversario más peligroso es uno mismo. Y precisamente por eso, nunca les explicaré el motivo -aunque sí la razón- por la cual yo soy el que está detrás de los bombazos de PEMEX y el EPR. Tampoco les explicaré porqué financié yo al EZLN desde el gobierno y porqué hice estallar una bomba en Plaza Universidad mientras construía exclusivos fraccionamientos y tomaba un papel protagónico de cernícalo indocto y atormentado, al tiempo en que mandaba secuestrar a varios millonarios, amigos míos, para continuar financiando mis grandes planes y… ya basta. Por eso les decía que el adversario más peligroso es uno mismo…

En fin, soy un individuo que se mantiene detrás de la sala de edición, salgo en los medios nada más cuando me ayudan a distraer la atención, pero más importante que todo, soy un hombre de inteligencia esplendente y de eso, me jacto sólo ante mí mismo, primero porque me es útil algunas veces aparentar lo contrario, y segundo, porque de saberse, sería un sujeto cabalmente incomprendido.

¿Qué acaso es detestable aspirar a la felicidad en esta vida? ¿Entonces porqué nadie comprende que a lo que más aspiro es a alcanzar el privado y silencioso júbilo de la creación intelectual? Todos queremos lo mismo, pero ¿por qué es malo que yo lo diga así? Por hipócritas unos, por ignaros los otros.

Pero en el fondo, no me podrán negar que la producción intelectual es la mayor satisfacción de la razón. Por eso la política como medio, y no como fin. Porque me ofrece la oportunidad única de pensar, elaborar planes y también tener una pizca de fantasía y un tanto de cínico. La política es pues ante todo, el medio que me permite demostrarme a mí mismo, de lo que soy apto.

A algunos, les pareceré un demente miserable y mis actos les resultarán mezquinos, sórdidos, viles, y hasta cobardes. No dudo de que de conocerse mi ignota personalidad, me acusen de psicópata, lunático, madrugador, nefasto oportunista, especulador, traidor a la patria y ojete. Pero sólo porque no me entienden. ¿Alguno de ustedes ha leído alguna vez “El manantial” de Ayn Rand? Es uno de los libros más bellos jamás escritos, pues enfatiza la importancia del individualismo placentero por medio del egoísmo racional. Ahí surge el hombre verdadero;aquel que mediante la razón comprende que tiene derecho a existir por sí mismo, haciendo sólo lo que le gusta y complace sin tener que explicarse ni sacrificarse por los demás ni ser sacrificando por otros, incluidos, los valores ajenos del éxito público, el dinero y el reconocimiento.

La política es pues, esa única atmósfera que me permite conocer el mundo creativo, poner en práctica mi intelecto, formar el entorno, prever las variables de cada movida, cada posible escenario… como que el gobierno debe ser desequilibrado para que se vea es ilegítimo. ¿Para qué? Me reservo esa respuesta por el individualismo gustoso,pero les advierto que AMLO es solamente un instrumento… Eso es la política para mí, nada que ver con la confrontación de intereses y buscar el consenso, hacer el bien común, ni mucho menos aquello necesario para hacerse del poder. ¡Eso es basura intelectualoide!

El chiste de la política es que me reta continuamente, me permite meditar sobre la acción a realizar, la reacción a tomar. Es ese algo que me permite aventurarme a apostar por la naturaleza humana y a adivinar la psicología del mexicano. Es eso que me divierte, que le da sentido a mi vida; el análisis riguroso, la táctica, la comprensión de los siguientes veinte o cincuenta pasos, la estrategia, los ajustes, estar siempre alerta, ideando, proyectando, concibiendo nuevas ideas, discurriendo,conjeturando lo necesario para mantenerme delante del que yo haya honrado -sin que necesariamente lo sepa- con el título de adversario.

¿Que la política debe ser fría y objetiva? Quizás para algunos, pero no para los que tenemos una mente más elevada. Porque la política es para mí, el medio que me permite alcanzar el placer egoísta, mucho más que un simple juego de incumbas; es en pocas palabras, la sublimación del pensamiento crítico al derrotar a otros, al ver la conclusión de mis planes; una solaz intelectual que produce un placer auténtico, satisfactorio, esa sensación que es mucho más plena que el mismo amor.

Yo planeo, ejecuto y logro. Como con el caso del chino Zhenli Ye Gon. Yo mismo le recomendé la ya famosa frase…o copelas o cuello…. Yo lo convencí, y lo más hermoso de todo, es observar que deviene lo que había previsto: un escándalo, los medios se avorazan por la nota,análisis en revistas, editoriales en televisión, la W radio le dedica horas de sus programas de radio, expertos debatiendoy que todos y cada uno de ellos además de la gente en común se lo crea, que nunca se cuestionen qué hacía tanto dinero para la campaña de Calderón en una casa de las Lomas, ¡encontrado muchos meses después de que ya fuera electo presidente, es el gozo máximo! (perdonarán mis carcajadas, pero recuerden lo delicioso que era reírse en solitario cuando hacían una travesura infantil; multipliquen eso por una potencia de cien…).

Eso es el mundo de la política para mí: la imaginación, la inteligencia, el carácter, la voluntad y sobretodo, la fresca diversión personal. Por eso, si yo doy el primer paso, siempre gano. Si doy el segundo, el que se conoce como la reacción contra el rival, ¡gano también porque yo soy… mi peor adversario!…el Howard Roark mexicano.Por vuestros actos seréis conocidos.

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