Photo by DMBFreakNo41
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Soy un hombre realista. Y no por ser cantante y compositor, soy alguien que no razone las cosas. No sé porque se asume que todo aquél que se dedica a este medio, es alguien ignorante, únicamente preocupado por su apariencia, sin criterio, a merced de las sandeces de sus “asesores”. Yo no soy de esos niños bonitos que no calculan ni el paso siguiente cuando caminan, estrellas fugaces, todos aquellos hechos y deshechos por la gracia divina de algún sapientísimo y criador funcionario de disquera (que ganan más dinero que cualquiera de sus “talentos”). Pero no señores, damas, ese no es mi caso y no todos somos así.

Sin pelos en la lengua se los digo: déjense de hacer pendejos con el asunto de los derechos de autor de músicos y disqueras, drm’s, institutos de la propiedad intelectual y demás. Aquellos que no comprendan que la industria de la música cambió frente a sus ojos, son unos tontos, enfermos de nostalgias de otras épocas que están por extinguirse.Es un cambio inevitable. Imparable ya. No hay Goliat humano ni ficticio que pueda detenerlo, y quien les diga otra cosa, les está vendiendo aire comprimido.

Ahora resulta que quieren hasta hacer campañas publicitarias a favor de no bajar música por Internet, no compartir archivos, con sus miles de asociaciones, sociedades, grupos imperiales y demás, para “crear conciencia”. Y luego andan cerrando cibercafés. ¡Qué bárbaros! ¡Qué estupidez! Me pregunto quién habrá sido el “genio” detrás de esas bazofias… Solo falta que al rato nos pongan espectaculares que digan: “¡Asesino! Si compartes música por Internet, colaboras con la muerte de la música…” Genios, de verdad, genios. Es más, no sé como en la SGAE no han conquistado el mundo, como la AMPROFON no ha capturado a pie grande, como el IMPI no ha poblado la luna y demás pajarotas. Yo solo les pregunto, ¿cómo demonios justifican como robo el compartir información sin fines utilitarios o comerciales?

Es cierto, el cambio es una joda para el negocio de los distribuidores y también lo es no ganarle a los discos, pero no se puede uno perder en el sueño del paraíso guajiro. Me niego. Ahora tienen que entender todos, que la música está accesible a cualquiera a través de un botón. Y nadie, ni ninguna empresa, abogados, asociaciones, díscolas, disqueras, bizcos, guerrilleros, agencias y santos, podrá detenerlo ya. O como dije, yo no compro aire comprimido. Si quieren, cómprenlo Ustedes, porque yo no me pienso unir a una batalla perdida; no me interesa si tal o cual disquera deja de cobrar porque ahora puedo distribuir mi música con un BitTorrent… Es más, ¿de cuando acá las distribuidoras y disqueras mandan?… De hace tiempo, pero no más. Ahora, mandará el artista que sepa verlo como una realidad.

Yo ya comprendí que la música ahora debe ser descargable. Que la música ya no será un medio de ingresos sino un gasto de promoción del artista. Ustedes, compañeros de gremio, ¿quieren seguir ganando dinero con su trabajo? Pues si esperan que sea con la venta de discos por la “agraciada” distribución de una disquera, esperen un cheque en blanco del Monstruo Volador de Espagueti.

Ahora, la música descargable debe ser vista como un gasto promocional, como antes lo eran los anuncios en radio y en revistas de chismes y del corazón. ¿Qué tiene eso de piratería? ¡Nada! Claro, salvo que no puedas ver más allá de tus propios dedos… Ahora, el negocio está en los patrocinios, en los endorsments, en los anuncios por televisión, en los comerciales que pasan hasta en youtube, pero sobretodo, en las giras y conciertos. ¿No es acaso cierto que los artistas internacionales que más ganan dinero, son los que más giras y conciertos hacen? ¿No es ese el caso por ejemplo de los Rolling Stones? ¿No es el caso de U2?

¡A la basura con sus discos de oro y platino! Esos montajes de teatro son muy caros gastos publicitarios que no benefician ya nada al artista. Prefiero que mejor me conozcan millones por mis canciones descargadas y quieran ir a mis conciertos pagando un boleto, que perder una tarde sonriendo ante una docena de periodistas que le digan al mundo que mis discos gustan. ¡Eso es una mera quimera! ¿Cuánto se gastan en publicitar un nuevo disco? ¡Millones! ¿Qué mejor forma de promocionarte que tu propia música le guste a la gente y puedan descargarla?

Ah, ¿qué no te da la voz para actuar en vivo? ¿No tienes suficiente condición para brincar, bailar y sacar la voz? Ese, es asunto tuyo. Y un buen nuevo filtro. Si eres de esos “artistas” plásticos, tu dinero será plástico también. Así que mejor vete buscando otro oficio y no me pidas que aguante tus tonterías.

El CD será únicamente una moneda que la gente pagará para ser autografiado en vivo, como un panfleto o tríptico, pero nada más. El futuro nos alcanzó ya, y yo no me quedaré ahí nada más llorando por los tiempos pasados. ¿Ustedes que harán? ¿Cuánto más tiempo les tomará verlo? ¿Dónde están los hombres de negocio de este medio?… Nada más acuérdense: los que nadan contra la corriente del río, se ahogan.

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