Me tienen hasta la madre con sus cientos de correos spam. Y supongo que no soy el único. El problema reside, en que el spam sigue creciendo porque es una herramienta que continúa siendo útil. Y por más que se vea la forma de bloquearlo, antivirus, logaritmos, y demás, la creatividad será siempre mayor y más rápida que la respuesta común para evitarlos (¿cuantas formas de la palabra viagra han visto en sus correos?): el spam tiene costos monetarios directos bajos, su operación es sencilla, y conforme crecen los usuarios de correo electrónico y sitios web, crece el número de imbéciles que creen que es una buena forma de darse a conocer.

¿Cómo combatirlo entonces?

Sencillo. Vía demanda. Como casi todo en la vida, cuando fallan otras cosas, el mercado sigue siendo temible y poderoso, insensible.

Dicho de otra forma, el spam se terminará cuando los costos de enviarlo, sean mayores que no enviarlo; cuando la afectación de imagen sea mayor que el beneficio de darse a conocer, cuando los productos no sean comprados por el hartazgo de la invasión publicitaria que sufre el usuario.

No se ustedes, pero a mí me han colmado la paciencia. Un ejemplo, es una empresa que se llama: CAPITAL HUMANO CONSULTORES, que ofrece cursos de ventas, cobranza, dirección empresarial, liderazgo y casi-casi-como-ser-feliz-y-rico en la ciudad de Monterrey, Nuevo León (ciudad en la que no vivo y que visito poco). Para estos eventos, utiliza al hotel Courtyard Marriot San Jerónimo.

La responsable de enviar este tipo de mensajes spam, es una tal Lic. Marcela Sosa, cuyo correo electrónico es marcela@capitalhumanomty.com con número telefónico (01.81) 11.33.2620 y 21, quien a pesar de todas mis peticiones, sigue enviando su correo spam a mis cuentas, agregando con cinismo, sus datos bancarios para depósito: Banorte No. de Cta. 593-01999-3 a nombre de Carlos Martinez Campos, CLABE para transferencias bancarias 072580 005930 199932.

Pero, ¿quién está en el fondo detrás de esta-mierda-estrategia? Nada más y nada menos que una empresa que se llama e-boletines.com, que por “solo $2,500 pesos“(denle click en su menú de costos), ofrece enviar 3,000,000 e-mails a usuarios de internet Mexicanos para dar a conocer su empresa o página web. Y seguramente, dentro de esos 3 millones de correos electrónicos, están también algunas de sus direcciones de correo electrónico. Y por si fuera poco, todavía tienen el maldito descaro, de utilizar como “referencia de su excelente servicio”, un artículo del Economista (me llama la atención conociendo el rigor editorial del diario) escrito por una dizque “periodista” llamada Mónica Geraldine Valladolid (a mí me disculpan, pero alguien que se vende para escribir sobre tonterías como esa, debería ser llamada penderiodista), con correo electrónico mvalladolid@eleconomista.com.mx

Vuelvo entonces, a qué hacer al respecto. Y estas son mis sugerencias (vía mercado, como dije):

1. NUNCA contraten a e-boletines.com . Si es posible, copien (o en el peor de los casos, citen) este texto en todos los blogs y sitios que puedan, para que un mayor número de gente esté advertida sobre esto.
2. NUNCA asistan a ningún curso organizado por CAPITAL HUMANO CONSULTORES.
3. Si es posible, ESCRIBAN un correo de queja al hotel Marriot Courtyard de San Jerónimo en Monterrey para hacerles saber que su imagen está viéndose afectada indirectamente por permitir este tipo de eventos en sus instalaciones (tel.: 1 800 561 4761 o email: jesquivel@landus.com.mx )
4. 3. Si es posible, ESCRIBAN un correo a la penderiodista que escribió ese artículo, o al editor de El Economista a ayuda@eleconomista.com.mx

Por último, les ruego, a pesar de que aquí están todos sus datos, no quieran darle una cucharada de su propio chocolate a estos spamers ni bloquearles sus cuentas bancarias, aún si tienen ganas de divertirse o molestar al propio…


¡Ya basta! Luchemos contra esas empresas timadoras “que ofrecen visitas” a sus sitios web porque cuentan con “bases de datos”, como si esto fuera verdaderamente una herramienta de mercadotecnia…

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