Imagen tomada de simplenomicsSoy un hombre mayor, calvo, vendedor de productos “milagro” e incrédulo al extremo. Y con eso quiere decir que no lo soy a media tinta. Algunos me llamaran amargado, ateo o cínico, o fresco e insolente; considérome yo, simplemente realista.

¿Por qué? Porque no creo en la astrología, ni en las hadas, ángeles de la guardia o gnomos. No creo tampoco en el monstruo del lago Ness, en la frenología, el tarot, la ouija, ni en lo paranormal. No creo en la existencia de la cara de Marte, ni en fantasmas, limpias de catemaco, hueseros de pueblos, brujos y premoniciones o pseudociencias en general… Me río a carcajadas de los que creen que son investigadores de lo esotérico, igual que de los que piensan que el hombre nunca llegó a la luna sino a un estudio de cine en California, de todos aquellos que afirman la existencia del Pie Grande, o la Atlántida, o de la conspiración del 11 de septiembre. Todo eso para mí, es materia de charlatanes, magos embusteros que han encontrado la fórmula para hacerse de fama y fortuna, aprovechando del ser humano, su ingenua capacidad -programada- de tener fe en todo lo que no comprende.

Tampoco creo en Uri Geller, psíquicos y lectores de la mente, los dioses astronautas del caballo de Troya, la magia y el secreto de los templarios, la enseñanza oculta de las Guerras de las Galaxias, el aura y los viajes astrales, naves espaciales artistas que hacen círculos en las cosechas, abducciones de seres super desarrollados, y extraterrestres y ovnis en general; cuyo único fenómeno demostrable y repetible, es que siempre se les aparecen a chiflados pendejos que sufren de demencias, o desquiciados neuróticos psicópatas… Lo mismo creo sucede con el área 51, King-Kong, las señas celestiales y las imágenes religiosas que se aparecen hasta en el aceite. Ni qué decir de los que promueven las teorías del complot de las multinacionales, de la globalización o de capitalistas banqueros, illuminatis, club bilderberg, y los protocolos de los sabios de Sion, así como de los triunfos del América en el fútbol.

¿De verdad se piensan normales aquellos que creen que mentes brillantes controlan el mundo? ¿Que nos obligan a vacunarnos para enfermarnos o inyectarnos sensores rastreadores? ¿Qué el SIDA no existe sino como una invención de las farmacéuticas para hacer que la gente tenga que comprar medicamentos? ¿Cómo pueden creer que un shampoo o jabón pueda hacer que nazca de la nada -por milagro o divina concepción- un folículo ya perdido, para que me vuelva a crecer el pelo? ¿De verdad creen que Tom Cruise sea el nuevo cristo? ¿De verdad creen que el repartir condones sea causal de promover el sexo prematrimonial? ¿En qué mundo viven?

No señores. Por eso mismo no creo en Walter Mercado, en las propiedades sensoriales de las algas marinas, en los castigos del demonio ni en los milagros del santo enmascarado de plata… Es por eso que tampoco creo en el mal de ojo, ni que la perrillas del ojo o las infecciones del lóbulo de la oreja, se curen usando un listón rojo, o que la tele sea el culpable de todo. No creo pues, en la cienciología ni en la dianética, ni que la comida dieta pueda curar la depresión, de la misma forma en que no creo que los robos de autos con violencia y la delincuencia, sean por culpa de la pobreza.

Creo únicamente en el método científico, en el cuestionamiento de las cosas, el pensamiento crítico, y en la posibilidad de que poco a poco la humanidad vaya logrando explicar esos fenómenos que a la fecha nos parecen misteriosos. Por ende, creo en la teoría evolucionista y la creacionista me parece una barbaridad retrógrada. No creo en la medicina naturista, quiroprácticos, la “curación” con manos o a distancia, las flores de bach, la aromaterapia, los talismanes, el Protengia, biorreguladores y demás, de la misma forma en que me parece absurdo que algunos afirmen se puede evitar una cesárea untando aceite de oliva en la vulva antes del parto… ¡Por favor!

Sí, soy un vendedor incrédulo, pero siempre pongo mi mejor sonrisa y no digo nunca lo que pienso… ¿no me quiere comprar este maravilloso libro/producto/ungüento/pastilla/invento?. ándele, no me culpe, todo sea por llevarme una porción de las ganancias…

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