En la ciudad de Morelia, Michoacán, abordó una de las tantas camionetas último modelo que le han prestado para su campaña, y no habló una sola palabra hasta llegar a Toluca. Todo el camino estuvo reflexionando, sopesando, planeando el siguiente paso a dar, porque a últimos días se le ha complicado el escenario.

Sabe que el tercero, aquel que parece no figurar del todo, podría resultar el real triunfador de las elecciones. Porque el voto duro, corporativo, sindical, nadie lo ha tomado en cuenta. Por eso, él que representa a los pobres que no lo quieren, al cambio que todos sueñan, a la esperanza que nadie recuerda, decidió recorrer carreteras, subir cerros, bajar el cielo, regalar las estrellas, dar dinero y prometer siempre más… y mantuvo la boca cerrada todo el camino hasta que llegó a la ciudad más alta de México.

Por si alguno lo dudaba, les ha dejado muy claro vía conferencia telefónica, que pase lo que pase, no aceptará la derrota, gane quien gane. Y es momento de comenzar a planear – todos juntos – el movimiento de resistencia para después de las elecciones. Porque la única opción es llegar a Palacio Nacional; sea por las buenas en las urnas, o por las malas, obligando a sus “adversarios” a darse por vencidos ante un pueblo organizado y apabullante.

Sonríe en cuanto cuelga el teléfono. Está verdaderamente orgulloso del equipo de colaboradores que ha logrado. Es gente muy eficiente; inteligentes, honrados cuando hace falta, sucios sin que los descubran, conocedores como pocos del manejo de los hilos blancos y negros de la política nacional; leales di’a madre todos. Estamos preparando el camino, le dijeron. Le enviarán proyectos para desplegados en los diarios para su aprobación, le mostrarán carteles preparados, coordinaciones de marchas, reuniones y ataques contra embajadas, procedimientos para apelar a cualquier tribunal internacional. También, le han preparado reuniones con los pocos empresarios fieles, financieros, y huelga de hambre e impuestos, paro nacional de mineros, suspender los horarios ferrocarrileros, cortar la telefonía, suspender el servicio de agua potable, detener algunos días la producción de electricidad. Bien, bien, sigan adelante.

Ya hubo sugerencias de ofrecer quinientos pesos a todo aquél fiel miembro de la red ciudadana que monte un teatro de fraude en casilla y lo grabe en su celular. Así, podremos convencer a la opinión pública de que nos han jugado chueco, de que no nos vamos a dejar, y otro más bien, bien, sigan adelante. ¿Sacamos el vídeo?. No, ese no, pero guárdenlo calientito, por si hace falta el 3 de julio. ¿Conseguir y pagar un dominio de Internet cuya propiedad permanezca oculta?, le dijo ella, la amante y la predilecta, ¿monto toda la base de datos del IFE que el mismo IFE le da a todos los partidos, y se lo envio a una periodista amiga, tú sabes quién es ella, después habremos de recompensarla?. Él le preguntó si ya salió la noticia al aire, y ella dijo que no, que mañana temprano, que para darle dramatismo la contraseña puesta será Hildebrando117, remató con ironía. En verdad son pendejos. ¿Pero no hay forma de que nos rastreen?, preguntó él. – No, en absoluto. Al igual que con todos nuestros proveedores delicados, he liquidado con uno de los cheques que nos quedan firmados por Carlos Ahumada. Okay, bien, bien, adelante pues. – Será un honron – finalizó ella, – ya nadie confiará en el IFE y en la medida, no confiarán en los resultados de las elecciones salvo que tú los avales. Esa es la ventaja de mantenerse siempre al margen, ese es el privilegio que da la posición de siempre confrontar y denunciar, de siempre decir que no, de tener un pueblo amante de la conspiración y de las telenovelas: legitimidad y credibilidad pública inherente que conlleva el ser oposición.

Se siente renovado. Suspira campante. Le excita saber que un pequeño grupo puede cambiar así sin más, el destino de su país. Entonces se anima ya a leer un periódico michoacano que tomó al salir a carretera, y satisfecho, alcanza a leer que “el líder moral de su partido”, su padre político, su mentor traicionado al que superó desde hace tiempo, finalmente ha doblado las manos en su favor:

En paralelo, el fundador del Partido, no participó en el mitin del candidato de izquierda en Morelia, pero un día antes se reunió con los 12 candidatos a legisladores federales a quienes confió en que es “inminente” el triunfo del tabasqueño y que no vislumbra conflictos postelectorales.

14:38 horas.
Un día antes.
Casa del gobernador del Estado.

– Señores – dijo aquél mientras se sentaba en la elegante mesa de nogal chapado que había sido hecha a mano por un hábil artesano. – Ante esta mesa, mi padre, un gran estadista, decidió el futuro del rumbo que tomaría México durante la segunda guerra mundial – dijo para poco después hacer un sepulcral silencio mientras bebió un poco de agua de un elegante vaso de cristal europeo. – Hoy, a sesenta años de distancia, les agradezco a ustedes el valor que han mostrado para hacer lo mismo…

Impávidos, aunque ciertamente halagados en el fondo, los candidatos a diputados y senadores de su partido, escuchaban atentamente las palabras de su líder moral.

– Los he convocado a ustedes, pues son los hombres más poderosos del partido, y quienes gobernarán a nuestro país en las siguientes décadas – dijo antes de toser un poco – y sobretodo, los he convocado a ustedes, por su alta calidad moral y patriótica.

– Le agradecemos mucho su convocatoria y confianza – respondió uno de ellos, de apellido Serrano, que ha seguido todos sus pasos y a diferencia del ahora candidato presidencial, nunca lo traicionó tratándolo de “extirpar” del partido. El viejo y cansado político, lo miró a los ojos y con una breve sonrisa en señal de cariño, continuó: – México está ante una catástrofe, y no vale la pena ahondar en ello, ya todos lo hemos platicado muchas veces. Pero ya es el momento de actuar.

– Díganos – preguntó otro – ¿Qué nos propone?

– Como nunca en la historia, nuestro partido logrará triunfos electorales sin comparación. Ustedes serán legisladores federales, lograremos presidencias municipales, y nueve gubernaturas. Por eso – dijo tomando un aire grave – les pido hoy y aquí, mirándolos de frente, que cuando nuestro candidato pierda las elecciones, hagamos todo lo posible para detener sus planes de resistencia social.
– ¿Ya ha dado la instrucción de provocar desmadres? – preguntó otro utilizando el siempre colorido y folclórico lenguaje de los políticos.
– Aún no – respondió su viejo líder – pero los estudios más serios lo ponen por debajo de otro candidato y como él tiene acceso a los mismos, no tardará en hacerlo – dijo antes de ponerse de pie y caminar lento y con la mirada clavada en el piso, alrededor de la mesa en cuestión – Así que no podemos correr el riesgo de que nuestro país se vea en problemas…
– Ni de tildar de ilegítimas unas elecciones donde nosotros resultaremos electos – agregó su fiel seguidor, el nuevo pródigo que vino a meterse bajo su cobijo moral en la vacante que había dejado el candidato.
– Así es – dijo el fundador del partido – así que sin más contratiempos les quiero preguntar: ¿están de acuerdo en poner en marcha la operación “unidad nacional”?

“A sus órdenes”, le dijo un hombre al legislador Serrano después de que éste último presionara un botón de llamado que se encontraba en la pared.

-Tenga- le ordenó el legislador – pásela en limpio y entréguele a los medios locales este comunicado de prensa sobre nuestra reunión…

El oficioso empleado tomó la hoja y mientras corría hacia su escritorio para transcribir la nota, alcanzó a leer: […]En paralelo, el fundador del Partido, no participó en el mitin del candidato de izquierda en Morelia, pero un día antes se reunió con los 12 candidatos a legisladores federales a quienes confió en que es “inminente” el triunfo del tabasqueño y que no vislumbra conflictos postelectorales[…].

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* Olganza sin H: El festejo de un tercio: 3 de julio de 2006.

Actualización (29 julio 2006) del UNIVERSAL ONLINE:

Según uno de los participantes en la encerrona, el presidenciable les pidió “cero tolerancia” ante cualquier signo de irregularidad el día de la elección; también analizaron sondeos de opinión en los que no tiene la diferencia que pregonaba en sus discursos el candidato.
Asimismo, revisaron que en efecto estuviera al 100% la estructura electoral y la promoción del voto; el reporte es que lograron acreditar 97% de representantes de casillas y que todo este rubro les exigió una erogación cercana a los 450 millones de pesos. Nota completa en el Universal

NOTA: Cualquier parecido con la realidad, es simplemente novelado 😉

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