Esto sucede sólo en México: comandante de policía borracho y filósofo… ¿y ¿cómico natural?)
Bien dice mi comandante: “con todo respeto, uno puede traer la cola apestosa aunque no traiga el culo zurrado”…
De aquí a la posteridad.
(gracias a Leonor Santillanes)
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Qué finura!! Creo que voy a tomar esta figura retórica para mi taller de narrativa.
Es que es como los superhéroes. Se cambió de ropa y nadie iba a poder identificarlo.
Me recordaba a una película de Cantinflas, jeje
Vaya, no pues siguen las cosas igual… cómo puede uno confiar en las autoridades si se ponen sus guarapetas y además salen con esas tonterías jajaja… se pasan…
Saludos! hace tiempo que no pasaba por aquí, un gusto como siempre seguirte leyendo,
Jajaja tenía rato sin visitar tu blog. ¿En dónde encuentras éstas joyas? jajajaja no puedo dejar de reir con la de la “cola apestosa” jajajaja
Un beso!