Estimados legisladores de la Puritana Acción Negligente (por sus siglas, P.A.N.)
Considerado y frenético tangamaniaco Sr. Montés Frutamarga,
Importante Carlos A-Vasca Carranza y Ruegosvarios,
Ministro Sergio Redentor Aguerrado Anguliano,
Miembros innegables de la Organización ProVicia,
Beneméritos y ecuménicos todos:

Inicio la presente misiva, saludando con saludo de porra dominguera a vuestras excelencias, a los cuatro vientos y a la ininteligible inteligencia del colectivo nacional.

Continúo, si me lo permiten las prestancias, celebrando en nombre de mis iguales y desiguales, sus altos mandos, intereses, e infatigables luchas por el bienestar de la moral, las buenas costumbres y por ende, de la sociedad Mexicana, que en esta ocasión discernió sobre la posibilidad y constitucionalidad de la interrupción del embarazo y la defensa de la mujer para que siempre esté obligada a parir sin importar las circunstancias.

Bienaventurados sean por buscar culminar el embarazo bajo amenaza de pena criminal, Enaltecidos sean por promover que una mujer que decida no ser madre sea vista como una delincuente. ¿Acaso esa no fue la razón por la cual la Eva fue creada? ¿Para crecer y reproducirse? Alabados sean por aplacar la falsa idea de que la mujer es dueña de su cuerpo y que por ello tiene derechos reproductivos y sexuales. ¿A quien se le ha ocurrido tal barbaridad? ¡La mujer es por génesis, esclava de la gestación! ¡Así lo ha querido Dios!

Encumbradas luminarias que nos han enseñado que la mujer debe embarazarse aún cuando sea contra su voluntad, pues la única forma de evitarlo es no tener relaciones ni ser provocadoras de una violación, agradezco pues en forma formal e inédita, su intervención siempre temprana para demostrar que lo que está dañado de fondo, es la sustancia primicia del amor… ¡Imagínense! El otro día tuve la desdichada y desventurada suerte de encontrarme con uno de “esos” herejes, que me dijo con la tibieza que hablan las nuevas generaciones que se han perdido en la confusión del sionismo internacional y el cine conspiracionista, que ese era asunto meramente de las mujeres a decidir, que no le incumbía ni a él ni a nosotros.

¡Horror! ¡Apunto estuve de convertirme un caballero de Jesús para sacarle a cachetada blanda el espíritu sacrílego! ¡Imaginen sus serenidades que me dijo que en lugar de gastar nuestros “malgastados” recursos humanos y dineros públicos en el tema del aborto, lo hiciéramos en una campaña legislativa para promover la donación de órganos. Decía aquel pecador, hiciéramos tenaces esfuerzos en hacer que por ley, todo mundo fuera donador de órganos salvo que especificaran lo contrario ante notario público. Decía, aquel loco apóstata, que más de 150 mil personas al año lo requieren y muere el 90% por no conseguir un remplazo de un órgano vital. Dijo, que en España mientras hay 40 donantes por millar, acá sólo tenemos 4. Que esa sí es una oportunidad nueva de vida, de vista, de expectativa, de calidad, no lo que hacemos nosotros… ¡Perjuros! ¡Inútiles! ¡Infieles! … ¡No saben que se van a ir al infierno! ¡Nuestra labor es salvar almas!… Inconscientes, no se dan cuenta de que no tienen la razón… ¿O sí la tienen?

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